Tengo una carta para ti

Más allá de cualquier consideración subjetiva, sabemos que, aunque nos duela, suele ser costumbre entre los líderes políticos de este país el mantener una postura de “solidaridad” mientras se mantienen en la oposición para pasar al “ninguneo” sistemático tan pronto como aterrizan entre las paredes de Moncloa. Da igual el talante, por detrás y por delante como se dice por ahí.

Y es que todos, sin excepción, olvidan rápido que somos vigilantes pero, que también somos ciudadanos y votantes.

Ocurrió con Rubalcaba cuando era Ministro del Interior y se ha vuelto a repetir con Fernández Díaz. Ocho meses después de su nombramiento como Ministro del Interior ha quedado probado que esto es así. El sector de la seguridad privada se hunde inevitablemente y parece abandonado a su propia suerte. Ni estudio oportuno, ni propuesta debatible, ni iniciativa visible. Nada de nada por parte del Ministerio del Interior.

A pesar que sabemos lo que sabemos, es decir, que los vigilantes tenemos una cierta querencia al conformismo, a aferrarnos como podamos a “esto son lentejas” y renunciar a los resortes que pueden sacarnos del bache, esta vez se dará, un “golpe en la mesa” a través de una carta dirigida al Ministro del Interior.

¿Qué pretendemos? Sencillamente, que tome decisiones de calado y atienda a lo que el sector reclama: un campo de juego sin la competencia desleal apadrinada por la propia Administración ya que lo único que genera es un pernicioso efecto bola de nieve y aproxima, cada día un poco más, la horca al cuello de miles de vigilantes y sus familias.

Ahora está por ver qué hace con la carta el Sr. Ministro y si la época de los mamoneos empresariales ha llegado o no ha llegado a su fin.

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